Miércoles Santo de 2024, una jornada agridulce

La inestabilidad meteorológica de la pasada Semana Santa impidió a nuestra archicofradía realizar estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral.

El ansiado Miércoles Santo comenzaba para nuestra corporación con la apertura de las puertas de San Vicente a las 10.00 de la mañana, que de inmediato dio lugar al transitar de numerosos hermanos y devotos que abarrotaron la parroquia no solo durante la celebración de la misa preparatoria para la estación de penitencia, sino hasta su cierre pasadas las 14.00, en una mañana marcada por la lluvia.

Dicha eucaristía, estuvo oficiada por nuestro director espiritual, nuestro hermano el Rvdo. Carlos Coloma y a la finalización de la misma, recibimos a un nutrido grupo de nuevos hermanos que llevaron a cabo el acto de jura de reglas.

Durante toda la mañana pudimos disfrutar de nuestros pasos ya preparados para la estación de penitencia. Nuestro Padre Jesús de la Divina Misericordia portaba su túnica bordada en oro por los talleres de Fernández y Enríquez y las potencias florlisadas labradas en plata de ley de 1698. El Señor se encontraba sobre un monte de flores compuesto de rosas rojas, minicalas, lirios, astromelias, cardo y helecho coral. Podíamos encontrar a Nuestra Señora de la Cabeza en su paso de palio bajo el coro de la parroquia, luciendo las nuevas bambalinas laterales, gran estreno de este 2024. La Santísima Virgen portaba el manto habitual de salida, obra de Manuel María Ariza en 1863, y saya blanca bordada en oro, ambas piezas procedentes del ajuar de Ntra. Sra. del Rosario. Sobre sus sienes portaba la toca de sobremanto bordada en oro en 1983 por el taller de Carrasquilla; y la corona de plata sobredorada y marfiles labrada por el taller de Villarreal en 1972. Lucía el puñal de plata sobredorada, perlas y zafiros, donado en 1956 por Carmen Suárez Sevilla, y realizado por el orfebre Antonio Adriano, y en su cintura el fajín de general donado por el Jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, nuestro hermano Fernando Mora. El palio se encontraba bellamente exornado por rosas véndelas y rosas champagne con astroemelias rosas. Finalmente, nuestro paso de misterio se encontraba en el altar mayor, con motivo del centenario de la marcha “Pasan los campanilleros”, nuestro paso de misterio lucía una estética muy similar a la que lució en 1924, tanto en el atavío de las imágenes como por un exorno floral silvestre compuesto por claveles, iris, matthiolas y alhelíes, destacando la presencia de guirnaldas formadas por helechos, claveles y limonium decorando la parte superior de la canastilla del paso.

Durante toda la mañana recibimos numerosas visitas de representaciones civiles y eclesiásticas, destacando la visita del arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, acompañado del delegado de hermandades y cofradías, nuestro hermano Marcelino Manzano, así como de una nutrida representación del Consejo de Hermandades y Cofradías, con su presidente Francisco Vélez a la cabeza. A última hora de la mañana, recibimos también la visita del alcalde de la ciudad, José Luis Sanz.

A las 19.30 horas comenzaban a llegar los hermanos que iban a realizar la estación de penitencia, a pesar de lo adverso del pronóstico meteorológico, la cofradía comenzaba a tomar forma a expensas de la decisión que adoptase la junta de gobierno que convocó cabildo de oficiales extraordinario.

Sin embargo, pasadas las 20.30 horas de la tarde y tras haber consultado numerosos partes meteorológicos, nuestro hermano mayor, Eduardo Sánchez, se dirigía a todos los hermanos para comunicar la decisión unánime adoptada por la junta de gobierno de no realizar la estación de penitencia, para posteriormente, dirigir unas palabras de aliento a los hermanos que se encontraban en el interior del templo. Antes de marcharse, todos los hermanos rezaron varias oraciones dirigidos por nuestro director espiritual, viviéndose momentos muy emotivos y de gran fraternidad entre todos ellos. Tras un momento de intimidad final de los hermanos con nuestros sagrados titulares, se abrió la parroquia para permitir la entrada de todos los fieles que esperaban a sus puertas.

Aún con el lamento de una jornada truncada por la lluvia, y con el deseo de que el próximo Miércoles Santo sí podamos celebrar nuestra estación de penitencia, queremos agradecer a todos nuestros hermanos su compostura y buen comportamiento durante toda la jornada.

Fotografías: Práxedes Sánchez M., José Luis Montero y Alejandro Román.

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