El pasado viernes día 7 de septiembre la parroquia de San Vicente vivió un emocionante acto, la despedida de nuestro párroco y en nuestro caso nuestro director espiritual, la Misa de 20,30 horas congregó a numerosos feligreses, acudiendo todos los grupos parroquiales, los de vida consagrada, Cáritas parroquial, todas las hermandades de gloria y penitencia así como la asociación de fieles de Nuestra Señora de los Desamparados y una representación de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla. Con la iglesia abarrotada comenzó la Eucaristía de acción de gracias y despedida de nuestro muy querido párroco D. Marcelino Manzano Vilches, que se ocupará a partir de ahora de la dirección espiritual del Seminario Metropolitano de Sevilla. Una Eucaristía en la que D. Marcelino en la homilía agradeció a todos su colaboración durante estos 5 años de párroco y nos pidió el mismo cariño, respeto y colaboración para con el próximo responsable de la parroquia, terminando su alocución con unas palabras dirigidas a Nuestra Señora del Rosario, patrona de la feligresía a la que se encomendó cuando llegó a San Vicente. Al final de la Misa D. Alberto Álvarez, nuestro diácono, tomó la palabra, diciendo como había cambiado la parroquia desde la incorporación de D. Marcelino, pasando de ser una parroquia con poca vida a una parroquia llena de vida y de actividad y le entregó una reproducción de la imagen de San Vicente Mártir como regalo de toda la feligresía.
Una vez finalizada la Misa y antes de dirigirnos a los salones del convento de Santa Rosalía para compartir un ágape fraterno, nuestra hermandad en la capilla del Santísimo Cristo de las Siete Palabras, tuvo un acto con D. Marcelino para hacerle entrega de un presente como recuerdo de su estancia en San Vicente. Antes el representante de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, como sabéis hermana mayor honoraria de nuestra hermandad, el comandante Juan Francisco de la Hoz, entregó a D. Marcelino un regalo, consistente en una bandera de España de las llamada de “mochila”, con el escudo de la comandancia enmarcada, que agradeció D. Marcelino con unas palabras llenas de afecto y gratitud hacia el benemérito cuerpo.
Después la hermandad le hizo entrega a nuestro párroco y director espiritual de un regalo consistente en una extraordinaria pintura de nuestra titular la Virgen del Rosario, obra de la artista Nuria Barrera Bellido, a la que tanta devoción profesa D. Marcelino, para que le acompañe siempre, ahora que tiene que dejar las obligaciones de la parroquia. El hermano mayor pronunció unas breves palabras que queremos reproducir:
“Hoy es un día que nunca pensé que pudiera ocurrir, siempre creí que sería D. Marcelino, quien de Párroco me despediría a mí, cuando deje de ser hermano mayor, pero las cosas han ido al revés, que verdad es que los caminos del Señor son siempre inescrutables. D. Marcelino se nos va y hoy estamos aquí para decirle adiós de la Parroquia, pero hasta siempre en nuestros corazones, todavía nos queda su cargo como Delegado Diocesano de Hermandades que nos hará estar muy cerca de él y sobre todo su amistad, su buen hacer como Párroco y como Director Espiritual.
En este hasta luego, quiero transmitirle a D. Marcelino, en mi nombre, en el mi Junta de Gobierno y en de toda nuestra hermandad, nuestro cariño y sobre todo nuestro agradecimiento por esto cortos pero muy intensos 5 años en los que hemos convivido en esta querida Parroquia de San Vicente Mártir.
Hemos dado muchas vueltas para hacerle un regalo, un regalo que significara algo de nuestra hermandad y de nuestra parroquia y en el cabildo de oficiales en el que lo decidimos, surgió la duda, ¿un Titular?, ¿cuál?, somos una hermandad con una lista muy extensa de Titulares, pero pronto nos pusimos de acuerdo, tiene que ser Nuestra Señora del Rosario, patrona de esta feligresía. Y nos hemos permitido encargar a una excepcional artista como es Nuria Barrera, una pintura de nuestra excelsa titular, para que te acompañe siempre y te cuide y proteja para que sigas haciendo el bien.
Muchas gracias por todo D. Marcelino”.
D. Marcelino visiblemente emocionado agradeció a la hermandad el detalle en un abrazo al hermano mayor y unas palabras llenas de cariño y agradecimiento besando el cuadro de nuestra bendita Madre del Rosario.
¡¡¡HASTA SIEMPRE DON MARCELINO!!!.
